Asi es la vida de un ciclista, cuando nos encontramos en soledad recurres a elementos imaginarios. Acerca de esto se han escrito muchos libros "la soledad de un corredor" mi gran amigo Carlos Jimenez nos ofrece la siguiente entrada que la verdad me a gustado mucho y ese es el motivo de ponerla aqui.
Sobrepasas una línea entre lo real y lo imaginario, comienzas a hablar solo, le cuentas al arcén tus penas y tus alegrías, la carretera se fusiona contigo consiguiendo una perfecta simbiosis, la carretera sin ti no existe, tú sin ella tampoco. Sientes cada tramo de asfalto en las manos, el frío y el viento chocan directamente contra ti, es tu principal rival al cual nunca llegas a vencer, y sin embargo, ¿paras? ¿Abortas y das la vuelta? ¿Rendirse?
NO, sería lo más cuerdo y tú no lo eres. ¡Estás loco! (dicen), llamarme enloquecido, nadie nace loco. A veces no entiendo mi locura, pero cuando consigo comprenderla, SUBO EN LA BICI Y EL TIEMPO SE DETIENE.
DESPUES DE 5 HORAS RODANDO SE SIENTE PAZ ¿A CASO LO SABIAS?
CARLOS A. JIMÉNEZ
CARLOS A. JIMÉNEZ